Como parte de la industria inmobiliaria y de la construcción, sabemos que el término “permisología” podía ser un dolor de cabeza interminable. Esta etapa sumerge a muchos en un pantano de burocracia, que congela proyectos y frena la dinámica del sector. Sin embargo, el Congreso de Chile acaba de aprobar la Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales y todo ese escenario pudiera quedar atrás.
Esta nueva normativa, conocida comúnmente como Ley de Permisología, promete agilizar, hasta en un 70%, los trámites que pudieran tomar años, dando un verdadero giro para el futuro de la construcción y el mercado inmobiliario en Chile. Un antes y un después en la forma de planificar, desarrollar y entregar proyectos.
Y la clave de todo esto radica en la digitalización, la estandarización de procesos y la creación de un sistema unificado. Al simplificar los requisitos, suprimir solicitudes de papeles innecesarios y que la tramitación sea más predecible y transparente, hay menos esperas, menor incertidumbre y, lo importante, proyectos que avanzan más rápido.
“Esta ley es un cambio estructural, que reduce la permisología y da certezas a los inversionistas, sin sacrificar la rigurosidad técnica ni los estándares ambientales”, Nicolás Grau, Ministro de Economía.
Hasta ahora, la permisología para levantar cualquier proyecto podía tomar años, con trámites interminables, duplicidad de requisitos y mucha burocracia. Ahora, según estimaciones del Gobierno y gremios del sector, pudiera ser así:
Las consecuencias de esta ley podrían ser muy positivas para el sector inmobiliario:
Aunque promete un respiro enorme al sector, su gran desafío estará en la implementación y la capacidad de todos para adaptarse. La digitalización y estandarización requieren un esfuerzo conjunto del sector público y privado, las empresas deberán ser ágiles para familiarizarse con la nueva plataforma digital y los flujos de trabajo.
Además, con procesos más ágiles, será determinante que la fiscalización sea efectiva para asegurar que no se comprometa la calidad ni se generen incumplimientos. Y no se puede descartar que un mercado más eficiente, traiga consigo una competencia más intensa, por lo que inmobiliarias y constructoras tendrán que diferenciarse y buscar ese valor añadido que las distinga.
Conclusión
A pesar de estos retos, la intención detrás de la ley es clara: simplificar para construir un futuro más eficiente y dinámico. Esta normativa representa, sin duda, un antes y un después para el sector inmobiliario y de la construcción en Chile. Es el momento de que la eficiencia y la agilidad se conviertan en tus mejores aliados. Hora de pensar en grande y aprovechar este nuevo impulso para transformar el panorama de la construcción en nuestro país. ¡Cuentas con nosotros!